El seguimiento a Jesús nos exige despojarnos de todo, aún renunciar al mundo familiar, social, económico y cultural. A todo aquello que nos ate y no nos deje la libertad para asumir todo lo que Jesús hizo por amor. Seguir a Jesús, tomando su cruz nos cuesta, nos asusta, pero es ir tras las huellas del Maestro, supone coherencia de vida, valentía. No buscar el arribismo, el tener más para dominar al otro. El seguimiento a Jesús es amor, entrega, abandonarnos en sus manos y ser conscientes que todo lo que hagamos lo hacemos en su nombre. Porque el camino de la cruz nos lleva a la libertad, a saber respetar y acoger a las personas como hermanos, como lo exige Pablo a Filemón: “Trata a Onésimo no como esclavo, sino como hermano muy querido. Quiérelo como yo, porque tú eres cristiano” (Fil 9,16.20).

domingo, 25 de marzo de 2012


EL MONACATO EN EL MUNDO BÍBLICO




 En el Antiguo Testamento


En el judaísmo oficial u ortodoxo existían instituciones típicamente ascéticas que no pueden ser calificadas de monásticas, pero sí pueden ser consideradas como precedente del monacato cristiano.

LOS NAZARENOS



Es anterior a Moisés. Podría definirse al nazareo como un separado, un segregado, consagrado a Yahvé mediante un voto que consiste en abstenerse de toda bebida embriagante, de toda impureza legal, y no cortarse el cabello jamás.

Los nazareos son carismáticos. Su testimonio consistía en visualizar la consagración a Yahvé frente a los demás dioses vecinos. Consideraban a Yahvé como único dios.

Comunidades Proféticas

No son verdaderas comunidades monásticas, porque no contemplan la separación del mundo, el celibato y una regla común.

Eran comunidades independientes e itinerantes. Giran en torno a un profeta considerado como "Padre". Viven pobremente del propio trabajo o de la caridad pública (2 Re 4, 8.38-44; 6, 1-7). Podía existir pero no era obligatoria la continencia (2 Re 4, 1). Estaban vinculadas a santuarios como el de Nayot junto a Ramá (1Sam 19,18-24), el de Betel (1Sam 10,3-6), el de Jericó (2Re 2,3), el Monte Carmelo (2Re 2,25).  Con David se establecieron en Jerusalén, convirtiéndose en un cuerpo de levitas-profetas. Sus componentes eran de las capas inferiores de la sociedad.

ALGUNAS REFERENCIAS

Existen desde los tiempos de Samuel (1 Sam 10, 5-6.10-13; 19, 20-24), alcanzan el máximo esplendor en tiempos de Elías (1 Re 18, 4.13.19-20) y perduran hasta los tiempos del profeta Amós (Am 7, 14), para desaparecer en el destierro (Zac 7, 3; Neh 6, 10-14).

Los Asideos



El libro de los Macabeos está lleno de alusiones a estos hombres devotos y piadosos, celosos observantes de la ley. Estaba integrado por sacerdotes, escribas y gente sencilla del pueblo (1Mac 7,12 ss.). Practican la continencia. Se caracterizan por el amor acendrado a la Ley y por una aversión a toda cultura pagana que se estaba infiltrando en Israel.

Los Recabitas



Se trata de un clan, la familia de Rekab, que da lugar a un grupo religioso extremista. Protestan contra la instalación, producida a consecuencia del sedentarismo de Israel en la tierra de Canaán.

·       Adoptan un estilo de vida nómada. Su ideal de pueblo es estar en el desierto, predicado por los mismos profetas (Jer 2; Os 2,16-18).

·       Es una vida errante en medio de un pueblo sedentario como una defensa espiritual contra la contaminación.

Los Esenios



Es un movimiento ascético radical. Conocido a raíz de los manuscritos encontrados en el Qumrán (Cuevas del mar muerto). No pertenecen al movimiento oficial judío sino a un grupo heterodoxo.

Se remontan al año 135-104 a.C. hasta la guerra con Roma 70 a.C. Hay tres documentos que nos sirven para saber su vida: La Regla de la Comunidad, La Regla de la Congregación y el llamado Documento de Damasco.

Su Finalidad: Regla de la Comunidad

·       Buscar a Dios y practicar lo bueno y recto como lo ordenado por medio de Moisés y de sus siervos los profetas.
·       Amar cuanto Dios ha elegido y odiar cuanto Él ha odiado.
·       Practicar la verdad, la justicia y el derecho.
·       Llevar la alianza a todos los generosos con Dios.
·       Amar a todos los hijos de la luz y odiar a los hijos de las tinieblas.
·       Purificar su saber en la verdad de Dios (La Ley).
·       No transgredir ni una sola palabra de Dios.

La regla de la comunidad está perfectamente detallada para la misión, vida interna y castigos. Algunos historiadores dicen que hay bastante concordancia entre la comunidad primitiva y la esenia, llegando a influir en el monacato cristiano.

Los Terapeutas



Secta judía de la diáspora similar a los esenios. Viven en Egipto en torno al lago Maeris, dedicados a una vida contemplativa. Como su nombre indica, su finalidad es curar sus pasiones, que intentan romper su unidad. Pasaban la mayor parte del día en sus celdas individuales que constaban de un lugar sagrado y otra habitación. Su organización era comunitaria. Al igual que los esenios practicaban el celibato, renunciaban a la propiedad privada y se entregaban a las observancias ascéticas.

Monacato en el Nuevo Testamento



Jesús no fue ni un monje ni un asceta

Jesús no perteneció ni a una secta ni grupo ascético de su época. No perteneció ni a fariseos ni celotes. Era un sencillo aldeano. No quiso poder político, ni económico, ni cultural, ni religioso.

ü  Jesús fue un hombre cualquiera, un hombre corriente. Jesús fue durante su vida oculta un trabajador del mundo galileo.
ü  Sobresalía porque sabía leer que era una formación humana que no poseía la gente de su entorno.
ü  A los treinta años se dedicó a predicar de forma ambulante.
ü  No fue asceta porque le gustaban las comidas y banquetes, no ayunaba, tenía la bolsa para gastos, llevaba provisiones... Su sepultura fue la correspondiente a gente rica.
ü  La única característica que lo saca de la normalidad es el celibato, por el reino de Dios. Su vida virginal fue una opción personal que no estuvo ligada a institución existente.

La comunidad primitiva tampoco fue una "comunidad monástica”

La fracción del pan: centro de la vida comunitaria, causa y signo de la vida en fraternidad (Hch 2,42).
Comunidad de bienes materiales: Pobreza al servicio de la caridad y de la hospitalidad (Hch 4,33-35).

La comunidad primitiva modelo de las comunidades religiosas de todos los tiempos
Los primeros monjes, que ya escribieron sobre el monacato, lo explicaron como una respuesta a una llamada procedente del Evangelio, es decir, un modelo de vida de entrega radical a Cristo.


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